Uno de los errores más frecuentes que existe en la redacción es el que está relacionado con la colocación de las tildes.
Lo primero que hay que establecer es que la acentuación pertenece única y exclusivamente al habla; es una noción fonética, prosódica; es decir que siempre está presente en todas las palabras que pronunciamos.
Por naturaleza, cuando pronunciamos una palabra, dentro de ella hay una sílaba en la que recae la fuerza de la pronunciación; esa vocal se denomina tónica, de tono-fuerza y las demás son átonas, sin tono-fuerza.
Todas las palabras, por ende, tiene sus acentos; lo que sucede es que en la escritura la tilde se marca de acuerdo con ciertas reglas generales y particulares.
En nuestro idioma, hay que marcarle las tilde a todas las palabras que lo admitan (así sean minúsculas o mayúsculas), ya que en nuestra lengua la tilde le cambia el significado a las palabras.
Lo primero que hay que establecer es que la acentuación pertenece única y exclusivamente al habla; es una noción fonética, prosódica; es decir que siempre está presente en todas las palabras que pronunciamos.
Por naturaleza, cuando pronunciamos una palabra, dentro de ella hay una sílaba en la que recae la fuerza de la pronunciación; esa vocal se denomina tónica, de tono-fuerza y las demás son átonas, sin tono-fuerza.
Todas las palabras, por ende, tiene sus acentos; lo que sucede es que en la escritura la tilde se marca de acuerdo con ciertas reglas generales y particulares.
En nuestro idioma, hay que marcarle las tilde a todas las palabras que lo admitan (así sean minúsculas o mayúsculas), ya que en nuestra lengua la tilde le cambia el significado a las palabras.
El acento.
Cuando articulamos una palabra, inevitablemente pronunciamos una sílaba con mayor fuerza o intensidad que las demás. Por ejemplo, en las palabras vejez, rojo y pago hay sílabas que se pronuncian con mayor fuerza que las demás.
Esa diferencia de fuerza o intensidad determina una diferencia fonética, o sea, que una sílaba resalta en cada expresión, con respecto a las demás. Pues bien, esa mayor fuerza con que pronunciamos una sílaba en cada palabra, es el acento. Y la sílaba que realzamos mediante el acento se llama tónica, las demás reciben el nombre de átonas.
El acento es de naturaleza fonética por lo que corresponde al habla, a la pronunciación. Esto implica que el acento siempre se pronuncia. Es decir, éste siempre es prosódico (parte de la gramática que enseña la correcta pronunciación). Pero el acento puede diferenciar el significado de algunas palabras, según varíe la sílaba tónica (la posición del acento en la palabra).
1-Líquido----liquido------liquidó.
2-Insulto----insultó.
Es precisamente la función fonológica (rama de la lingüística que estudia los elementos fónicos, atendiendo a su valor distintivo y funcional) que tiene el acento en español, lo que explica la importancia de indicar la sílaba tónica en la escritura. En el habla, la sílaba tónica se marca por la diferencia de intensidad.
La tilde:
La tilde (´) corresponde a la escritura. Es la representación gráfica de del acento. Pero no en todas ocasiones, la sílaba tónica de las palabras escritas se señala con tilde. De ahí, la necesidad de establecer reglas que pauten su uso.
Cómo se logra el uso adecuado de la tilde:
Si desea dominar, me imagino que sí, plenamente el problema de la acentuación, solo tiene que seguir estas cinco pautas:
Cree el hábito de identificar la sílaba tónica:
No es posible señalar el acento con certeza, si no se sabe cuál es la sílaba tónica. Por eso, lo primero que hay que hacer es desarrollar la habilidad de ubicar el acento en las palabras, y crear ese hábito.
El procedimiento más sencillo, cuando se tiene dudas para determinar la sílaba tónica, es pronunciar la palabra cuantas veces como sílabas tenga. Por exclusión, se elegirá aquella pronunciación que no nos resulte extraña. O sea, se descartan aquellas pronunciaciones que suenen extrañas, hagamos un ejercicio breve:
A)-Míercoles-----miércoles---miercoles----miercolés.
Con este simple ejercicio nos damos cuenta qué sílaba es la tónica.
Aprenda y tenga pendiente las reglas generales de acentuación:
La identificación de la sílaba tónica es sólo la base para la aplicación de las reglas de acentuación. Ahora procederemos a estudiar esas reglas, para luego emplearlas constantemente.
Cuando articulamos una palabra, inevitablemente pronunciamos una sílaba con mayor fuerza o intensidad que las demás. Por ejemplo, en las palabras vejez, rojo y pago hay sílabas que se pronuncian con mayor fuerza que las demás.
Esa diferencia de fuerza o intensidad determina una diferencia fonética, o sea, que una sílaba resalta en cada expresión, con respecto a las demás. Pues bien, esa mayor fuerza con que pronunciamos una sílaba en cada palabra, es el acento. Y la sílaba que realzamos mediante el acento se llama tónica, las demás reciben el nombre de átonas.
El acento es de naturaleza fonética por lo que corresponde al habla, a la pronunciación. Esto implica que el acento siempre se pronuncia. Es decir, éste siempre es prosódico (parte de la gramática que enseña la correcta pronunciación). Pero el acento puede diferenciar el significado de algunas palabras, según varíe la sílaba tónica (la posición del acento en la palabra).
1-Líquido----liquido------liquidó.
2-Insulto----insultó.
Es precisamente la función fonológica (rama de la lingüística que estudia los elementos fónicos, atendiendo a su valor distintivo y funcional) que tiene el acento en español, lo que explica la importancia de indicar la sílaba tónica en la escritura. En el habla, la sílaba tónica se marca por la diferencia de intensidad.
La tilde:
La tilde (´) corresponde a la escritura. Es la representación gráfica de del acento. Pero no en todas ocasiones, la sílaba tónica de las palabras escritas se señala con tilde. De ahí, la necesidad de establecer reglas que pauten su uso.
Cómo se logra el uso adecuado de la tilde:
Si desea dominar, me imagino que sí, plenamente el problema de la acentuación, solo tiene que seguir estas cinco pautas:
Cree el hábito de identificar la sílaba tónica:
No es posible señalar el acento con certeza, si no se sabe cuál es la sílaba tónica. Por eso, lo primero que hay que hacer es desarrollar la habilidad de ubicar el acento en las palabras, y crear ese hábito.
El procedimiento más sencillo, cuando se tiene dudas para determinar la sílaba tónica, es pronunciar la palabra cuantas veces como sílabas tenga. Por exclusión, se elegirá aquella pronunciación que no nos resulte extraña. O sea, se descartan aquellas pronunciaciones que suenen extrañas, hagamos un ejercicio breve:
A)-Míercoles-----miércoles---miercoles----miercolés.
Con este simple ejercicio nos damos cuenta qué sílaba es la tónica.
Aprenda y tenga pendiente las reglas generales de acentuación:
La identificación de la sílaba tónica es sólo la base para la aplicación de las reglas de acentuación. Ahora procederemos a estudiar esas reglas, para luego emplearlas constantemente.
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